Al igual que protegerse del sol en horas punta, llevar sombrero o aplicar adecuadamente la crema de protección solar, las gafas de sol son fundamentales para brindar protección a los ojos de los rayos ultravioleta.
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La Organización Mundial de la Salud recuerda que las gafas de sol con un índice de protección del 99%-100% frente a los rayos UVA y UVB reducen considerablemente los daños oculares debidos a la radiación solar. Sin embargo, siguen pululando falsos mitos sobre las gafas de sol que pueden perjudicar tu salud, y que deberías erradicar de tu mente.
8 mitos que no tendrías que creer sobre las gafas de sol
- A precio más alto, mejores gafas: El coste no está directamente relacionado con una mejor protección contra los rayos UVA y UVB. Lo importante es atender a la etiqueta y cerciorarte de que los cristales bloqueen el 100% de los rayos UVA y UVB.
- El tamaño no importa: Ciertamente, sí. Lo mejor es que las lentes sean de tamaño grande, ocupando una superficie suficiente. De lo contrario, los rayos ultravioleta entrarán por los bordes del cristal y penetrarán en la pupila dilatada.
- Los rasguños dan igual: Unas gafas repletas de rasguños, rayaduras, marcas o algún oro tipo de deterioro no van a dañar directamente tu visión, pero sí que pueden provocar el problema de la vista cansada, ya que tus ojos se estarán esforzando por ver a través de una lente defectuosa.
- Hay colores mejores que otros: No es relevante la tonalidad del cristal de tus gafas de sol, sino que esta es una preferencia personal que no tiene impacto a la hora de proteger la vista. Aunque tendamos a pensar que los tonos oscuros bloquean más luz, no es cierto. El nivel de protección UV no depende del tinte, sino del tratamiento de la lente o su tipo de polímero plástico.
- Todas las gafas de sol tienen protección UV: Lamentamos decierte que no, ya que algunas son simples accesorios de moda que incluso harán que bajes la guardia y te expongas a radiaciones dañinas. Recuerda atender a la pegatina que indique específicamente la protección.
- Solamente hacen falta en verano: Se trata de un error común pensar que hay menos daño por rayos UV en los ojos durante los meses más fríos, lo que conduce a no usarlas en época invernal. Pero en las estaciones más frías los rayos UV pueden reflejarse en la nieve y en los ojos. Las gafas de sol son clave para la protección ocular, independientemente del clima.
- Pueden caducar: En términos de protección contra los rayos UV, no existen estudios que revelen ningún tipo de reducción con desgaste y el tiempo. Otra cosa son los rasguños, la deformación de la montura o que se tuerzan las patillas.
- No hay gafas de sol de mala calidad: No todo vale, pues muchas gafas baratas pueden, aunque protejan contra la radiación, distorsionar la visión, causar fatiga visual y provocar dolores de cabeza.
Fuente | Reader´s Digest