Hace justo diez días conocíamos los planes de Tesla de despedir al 9% de su plantilla a escala global con el fin de sanear sus desastrosas cuentas tras más de una década de existencia sin dar un solo céntimo de beneficio. Si ustedes, queridos lectores, pensaban que esto sería el fin (al menos, por el momento) de las pésimas noticias de Elon Musk y compañía, lamentamos decirles que se equivocaban.
Y es que, en el marco de esta reestructuración, Tesla también dejará bajo mínimos su negocio solar residencial, el mismo que adquirió -SolarCity- hace apenas dos años por nada menos que 2.600 millones de dólares. Drástica decisión que deja en el aire la lógica de las inversiones de Elon Musk (máxime si tenemos en cuenta que SolarCity fue fundada por los primos del propio Musk) y que supondrá el cierre de una docena de centros de instalación y el fin de una alianza minorista con Home Depot que suponía aproximadamente la mitad de sus ventas.
Así lo ha desvelado Reuters aludiendo a varios documentos internos de la propia Tesla. Según las informaciones que conocemos actualmente, cerca de 60 instalaciones de instalación permanecen abiertas en EEUU, con lo que estaríamos hablando de dar carpetazo a alrededor del 20% de ellas. Los centros afectados por el cierre son, al parecer, los de California, Maryland, Nueva Jersey, Texas, Nueva York, Nueva Hampshire, Connecticut, Arizona y Delaware.
La compañía también despidió a docenas de empleados de servicio al cliente de su negocio solar en Nevada y Utah, a lo largo de la pasada semana. Recordemos que SolarCity llegó a emplear a unas 15.000 personas a finales de 2015, pero desde entonces esta cifra se ha reducido a unos pocos miles de trabajadores.
Musk, quien tuvo que emitir deuda considerada “basura” para poder seguir financiando su desventura empresarial, no parece tener coto en esto de generar más noticias negativas que positivas, pese a su enorme carisma e impacto mediático. Sin ir más lejos, en los últimos tiempos, os hemos contado cómo la principal organización de consumidores de EEUU cargaba duramente contra la automotriz por poner coches inseguros en las carreteras; justo lo mismo que ya criticaron hace meses los propios accionistas de la compañía. Y también hemos conocido cómo esos mismos inversores -liderados por el fondo soberano noruego- trataron de acabar con el liderazgo hegmónico y ruinoso de Elon Musk.