Renting
Cuando una sociedad enfrenta una situación de crisis económica, una de las primeras cosas en verse afectada suele ser la capacidad de consumo de los ciudadanos. Despidos, recortes salariales y menor flexibilidad en los pagos de deudas pendientes hacen que muchas personas no puedan permitirse la compra de objetos necesarios o deseados para su vida, como un coche o determinados dispositivos electrónicos.
Es ahí donde entra en juego la figura del renting o, si preferimos usar la nomenclatura en español, el alquiler. Durante las crisis suele dispararse el número de estos negocios, que ofrecen casi todo lo imaginable –desde el puro consumo personal hasta maquinaria industrial– bajo un modelo de pago por uso o por tiempo fijo (días, meses, años). Esta fórmula tiene, además, ventajas fiscales para los autónomos y empresas, con lo que es idónea para que muchos potenciales clientes cuadren sus balances y eviten entrar en números rojos. Eso sí, no cualquier persona puede montar un negocio de renting de la noche a la mañana, ya que es necesario disponer de un gran capital que dedicar a la compra de los objetos que van a ser alquilados posteriormente.
el sector de lujo nunca cambia, ya lo tenia en nuestra web, aun asi buen punto de vista de blog, un saludo